Don Simeón Torrente ha dejado de… deber / Álvaro Salom Becerra

Incluye datos biográficos del autor en solapa posterior.

Donde se prueba que entre Simón y Simeón hay más de una letra de diferencia -- Donde se narra cómo a un niño se le condena sin oírlo -- Donde se refuta la creencia de que la infancia es la edad más feliz con el recuento de lo que fue la de Simeón -- Donde se demuestra que los púberes pobres son tan desdichados como los impúberes -- Donde se refiere como mientras Dios libró al Coronel del yugo vital, el diablo aconsejó a Simeón que se echara sobre si el del matrimonio -- Donde se comprueba que toda situación, por mala que sea, es susceptible de empeorar -- Donde se cuenta dónde nació, vivió y murió la amistad entre Simeón y San Judas Tadeo, con todos sus accidentes y alternativas -- Donde se llega a la conclusión de que no hay mal que dure cien años...pero sí sesenta y se revela cómo contrató Simeón su propio entierro y acabó solucionando ingeniosamente ese problema

Este libro, que ha alcanzado ya la vigésima quinta edición, después de dieciocho años de venta continua, es-por una parte- un delicioso cuadro de costumbres, que muestra al lector cómo fue Bogotá en los primeros sesenta años del siglo y es,- por la otra-, la vida profundamente humana, llena de ternura y humor de un personaje típico de la clase media económica, que nació, vivió y murió acosado por las deudas.